John F. Sopko, General de Inspector especial del Pentágono para la reconstrucción de Afganistán, dio una evaluación aleccionadora la semana pasada de la situación en el país 15 años después de la caída de los talibanes. La corrupción es endémica y seguridad prácticamente inexistentes. Más de 700 escuelas se han cerrado en los últimos meses debido a la actual insurgencia. Y a pesar de por lo menos $ 7 billones en gasto contra el narcotráfico, la producción de opio 3.300 toneladas en el año 2015, exactamente el mismo nivel fue en el año 2000 cuando invadieron los Estados Unidos.
"Quince años en un trabajo inacabado de financiación y de lucha, de hecho debemos preguntarnos, '¿qué salió mal?'" Sopko dijo en un discurso la semana pasada en la Universidad de Harvard, informó CNN.
El desastre se está convirtiendo en cada vez más ineludible. En la casa de audiencia sobre reconstrucción de Afganistán gasto el mes pasado, el representante Thomas Massie (R -KY) presiona personal del Pentágono sobre qué tipo de métricas utiliza para medir el éxito en sus esfuerzos de lucha contra los estupefacientes.
"La guerra contra las drogas en Afganistán", concluyó Massie en comentarios recogidos por la razón, "lo que hay una guerra contra las drogas, ha sido un fracaso."
La cruda realidad fue reconocida también por el saliente Comandante superior en Afganistán, el general John Campbell, en testimonio ante el Comité de servicios armados del Senado en febrero.
"Afganistán está en un punto de inflexión" y 2016 podría ser "no es mejor y posiblemente peor que el 2015", dijo. Pero como CNN señalada, su mensaje fue de mantener el rumbo: "ahora más que nunca, Estados Unidos debe no titubeó en Afganistán."
A pesar de los Estados Unidos supuesto "retiro", la guerra sólo está en aumento. Las tropas estadounidenses siguen siendo implicadas en los combates, y claramente el opio es un acicate del conflicto. Los talibanes ya han ganado cinco de los 14 distritos de la provincia de Helmand como feroz lucha continúa, el New York Times informó el mes pasado. Mientras que la cuenta no lo comentes, Helmand es heartland de opio de Afganistán, para control de este territorio y sus plantaciones de amapola lucrativos es estratégica para llevar la guerra en todo el país.
Y como si el Pentágono ya no tiene sus manos llenas con los talibanes, una creciente insurgencia ISIS representa ahora una segunda amenaza.
En enero, el Departamento de estado llamado la franquicia de ISIS en Afganistán una "organización terrorista extranjera," dando la autorización oficial militar de Estados Unidos para consiguió después el grupo de "ISIS-Khorasan" o ISIS-K, CNN divulgado.
En el escándalo más reciente, huelgas de drone estadounidense mataron al menos 17 personas en la provincia de Paktika del este de Afganistán la semana pasada. El Pentágono afirmó que todos los muertos eran militantes, pero funcionarios locales dijeron que eran civiles, entre ellos a un anciano tribal, informó Radio Europa libre.
Irónicamente, expertos militares prever una inminente tregua en los combates, pero sólo el tiempo suficiente para que la cosecha de opio.
Según Military.com, Brigadier de ejército Wilson A. Shoffner, el portavoz principal para el apoyo resuelto de la operación de la OTAN, explicó durante un Pentágono informe el mes pasado: "dentro de la provincia de sur a norte como el tiempo lo permite, y esperamos ver el mismo tipo de patrón de este año. Y así esperamos que alza en la actividad de [los talibanes] hasta sobre la última parte de marzo y entonces debe haber una tregua como la cosecha pone en marcha."